September 8 -2011
En el Nombre de Jesús y de María, quiero compartir con las Pequeñas Siervas del Doloroso e Inmaculado Corazón de María y con todos aquellos que lean esta página; La experiencia que tuve cuando la Virgen niña apareció en mi vida, era un día de dar gracias cuando estaba todo preparado para la cena, la mesa puesta, el pavo listo, y los invitado iban llegando, cuando a mi me dio un dolor muy fuerte, mi esposo me llevo a Acuña, porque aquí como todos saben ,esos días no debe uno enfermarse, el médico Dr. De Hoyos, le dijo a mi esposo, es la apéndice, o la operas aquí o la llevas de emergencia a Del Rio; y así fue. Los invitados todos se fueron al hospital y se olvidaron del pavo, todo salió bien gracias a Dios y a alguien que venía en camino que yo no sabía ni conocía de nombre. Ese Alguien era la Virgen niña.
Otro día muy temprano aparece también en mi vida una prima Janine, que no conocíamos, se venía a vivir a Del Rio y quería que la acogiéramos en nuestras casas, y así fue. Ella nos traía un regalo a cada una de las hermanas, y era la Virgen infantita; llega a visitarme al hospital con el precioso regalo y allí yo la conocí por primera vez a la Virgen niña y a la prima que ni en el mundo la hacia, porque era un familiar mucho muy retirado. Al ver aquella preciosa imagen en su cuna, quede prendada de su belleza, fue para mí como si Dios me enseñara el mismo cielo. Creí inmediatamente en ella, fue un amor a primera vista, no sabía su historia, no conocía nada de ella, pero para el caso era lo mismo, yo ya había quedado enamorada de su figura y hechura celestial.
Cuando salí del hospital, la primera intención de mis hermanas y mía fue llevarla a bendecir, pues yo quería llevarla a visitar hogares para que disfrutaran su presencia de tan milagrosa visita que vino a llenar mi vida de innumerables gracias y acontecimientos divinos. Se llevo la Virgen a bendecir para visitar los hogares, el sacerdote la bendijo, pero se notaba que no conocía nada de su existencia en esa advocación y se sonrió un poco y dijo: “A Mexicanos...” pero la bendijo. Y fue así como por 2 años la llevamos a los hogares a través del ejército azul de Nuestra Señora de Fátima. No la conocían pero quedaban prendados de ella como yo. Ya para entonces teníamos la historia completa que añadíamos en cada visita. Esos años no fueron fáciles, pues no teníamos más apoyo que nuestra fe en ella. No conocíamos que existían los Sacerdotes de la Natividad de María, estábamos sin apoyos y en medio de críticas; no fue nada fácil.
Hasta que en un muy bendito día, aparecieron en la vida de los Del Rienses, dos sacerdotes, el Padre José Caracosa y el Padre Armando, de la Natividad de María http://misionerosmnm.org/, y les lleve la pequeña niña para que también ellos la bendijeran. Ellos se sorprendieron de que ya estuviera visitando casas cuando apenas la iban a dar a conocer; así lo expusieron en la Misa.
Una anécdota mas fue que yo soy una enamorada de mi madre en todas sus advocaciones, pero esta Virgen niña me robo el corazón, me sedujo de una manera que hasta la fecha es mi vida. La amo tanto que quisiera que todos se consagraran a ella. Esto sucedió antes de que los sacerdotes vinieran a Del Rio, dije esto a la gente de la Parroquia de San José, la creyeron y se consagraron a través de unos corazoncitos que hicimos. Eran muchas consagraciones, y en una canasta, un día antes de su nacimiento, los pusimos en la Virgen como nuestro regalo. Y cuando fui a misa, no vi la canasta donde siempre el Ejercito Azul le hacíamos los honores. La busque con mi vista por todas partes y la divise en la sacristía; el padre la había quitado, me dio un dolor tan grande en el corazón que parecía que estaba por darme un infarto, así de grande era el dolor. Tres días estuve con el dolor, que mi hija mas chica me dijo: “o vas con el doctor o le digo a papi”. Porque es tu dolor. No te preocupes voy con el doctor, yo no quería que mi esposo le fuera a decir al padre que porque había quitado la canasta que él me había visto hacer con todo mi corazón para la Virgen. Pero yo en uno de esos 3 días, ya no decía, pero el dolor no se me quitaba y deseaba una contestación.
Por ser yo una persona muy introvertida, no quise ir con el sacerdote porque no me gusta alegar ni reclamar , por lo regular acostumbro pedirle a Dios y su respuesta no se hizo esperar, en ese preciso momento tocaron a mi puerta, y era mi sobrina Chavelita que buscando en las cosas de mi Padre recién fallecido, se encontró una tarjeta postal de la Virgen niña bien antigua, fue una señal para mí porque mi padre era muy liberal, era casi imposible que fuera de él, pero si era y mi hermana mayor quiso dármela por parte de mi papa.
Era ya muy noche de ese día, y el dolor era cada vez más fuerte y le pregunte a la Virgen, donde están los corazones que te hicimos de regalo en tu cumpleaños?, inmediatamente recibí la repuesta, se me abrieron los ojos y pude ver que en la tarjeta de mi padre estaban todos los corazones, e inmediatamente seso el dolor, quedando tranquilamente, porque ella ya los tenía en el cielo y a mi padre también. Son muchas, muchísimas vivencias que tengo de la Virgen niña, que quisiera que todo mundo las viviera.
En la Iglesia de San Juan Diego de aquí de Del Rio, está allí y visita los hogares, ella en su visita, sana, convierte, salva y libra del enemigo de Dios, a quien la recibe en sus hogares o la invoca. Yo he tenido su visita y sus regalos del cielo. Hoy quise en su día, honrarla con este testimonio de vida, ámenla mucho y no se preocupen de nada más.
Gracias a Cami por prestarme su página http://www.sorrowfulmother.net/espantildeol.html y a nuestro director espiritual el Padre Jaime, que Dios los bendiga. Rezamos grandemente por ustedes y todos los sacerdotes. Gracias