COMPARTO CON USTEDES, LOS VISITANTES DE MI BLOG ‘’VIVENCIAS
DE MI FE CATOLICA UNA EXPERIENCIA DE FE,QUE SE LE DIO A LA SRA.MAGDALENA
HERNANDEZ,UNA PEQUENA SIERVA DEL INMACULADO Y DOLOROSO CORAZON DE MARIA, DE LA
CIUDAD DE ACUNACOAH. QUE SE ENCONTRABA EN UN TALLER DE BIBLIA,EN LA IGLESIA
CRISTO REY DE ESA CD. LA RELIGIOSA,QUE LES IMPARTIA LAS CLASES,,LES PIDIO DE TAREA
UN “ORACULO DE DIOS’’.
ELLA LE DIJO .Y COMO VAMOS A HACERLO,SINO LO RECIBIMOS DE DIOS??? LA
RELIGIOSA LES DIJO HAGAN ORACION,PIDAN EL ESPIRITU SANTO PARA QUE LOS ILUMINE O A VER
COMO LE HACEN
ELLA NO SABIA QUE HACER PUES NO SE SENTIA NI DIGNA NI SEGURA
COMO HACERLO ESTAPEQUENA SIERVA EN LA VIGILIA QUE HACE ANTES DE ACOSTARSE,REZA PIDE INVOCA EL ESPIRITU SANTO Y LUEGO PREGUNTA A DIOS QUE COMO LE HACE QUE
ESCRIBE Y QUE
CUENTA QUE EL QUIERE DECIRNOS??……Y DICE QUE EN ESOS MOMENTOS
SE LE ABRIO LA MENTE Y SE LE VINO A SU MEMORIA LOS NINOS ABORTADOS Y LUEGO
CUENTA QUE COMO SI ALGUIEN SE LO DICTARA HIZO ESTE ESCRITO,
ORACULO DE DIOS
Escuchen, pueblo
de Dios! ¡Así habla el Señor!
¡He visto con horror cómo asesinan sin miramientos a los niños en el
vientre de sus madres, cada vez en mayor número!
¡¿Qué se han creído?! ¡Se han erigido como dueños de la vida y de la
muerte?! ¿Acaso pretenden tomar el papel de Dios? ¡Escuchen bien!
¡Habrá grandes calamidades, catástrofes, guerras, destrucción y muerte,
mientras persistan en su arrogancia! ¡El pecado del aborto clama justicia! ¡El
crimen de Herodes en la matanza de los inocentes es nada, comparado con esto!
¡Arrepiéntanse, conviértanse, hagan penitencia! ¡Paren este genocidio y
vuelvan a Dios!
¡Pues, óiganlo
bien! ¡El asesinato de estos niños indefensos no quedará sin castigo!
Comparto esta vivencia de fe ,por
que creo que DIOS sigue hablándonos a través de estos tiempos ya que como el dice
están peor que los tiempos de la
matanza de Herodes,es increíble,pero entre
mas tegnologia y ciencia,mas se da estos asesinatos.
CON AMOR EN LOS DOLOROSOS
CORAZONES DE JESUS Y MARIA
CON AMOR
UNA PEQUENA SIERVA Y LEGIONARIA
DE MARIA
R O S Y
